Manifiesto

 

Manifiesto descarriado del cine ex


(para uso y desuso de cineastas porvenir)


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El Apocalipsis Cinematográfico ya está aquí: hágalo usted mismo. Dirija usted mismo una pequeña película sin porvenir. Esa película que usted esperaba ver pero que no existe. El cine ha llegado a ser, con dificultades, un lenguaje muy rico y diversificado, pero los cineastas de hoy no utilizan más que una pequeña parte de él. El GTCE continuará explorando esta parte que se ha dejado de lado. El problema del cine de frecuentación mayoritaria es que deja sin tratar zonas inmensas de experimentaciones cinematográficas. No estamos saturados de imágenes, sino sometidos a la miseria de unas pocas imágenes. Casi todo el cine actual nos provoca rabia y disgusto. Con todo, nosotros sabemos convertir un rodaje (o un no-rodaje) en una aventura apasionante. La fórmula para trastocar el cine no la buscamos en los libros de cine ni en las películas narrativas, sino viviendo. Queremos vivir y grabar, y luego postproducir. Viva usted mismo su aventura apasionante. Dirija usted mismo una pequeña película sin porvenir. Dos tradiciones limitan la libertad del cine: su estructura industrial y su intención narrativa. 

El Cine Ex es una liberación de estas dos tiranías. La función principal del GTCE es liberar nuestro cine de estas dos tiranías. Pruebe usted a liberarse. Dirija usted mismo una pequeña película sin porvenir. Realidad-renuncia-reinversión. Cine Ex: ponerse a la vez dentro/fuera de lo narrado. Cine Ex: donde una moral se afirma: la sensación de lo ya visto o la incertidumbre de las cosas a ver. Cine Ex: mantener las presencias de una angustia interior en una narración orientada hacia la realidad exterior. El Cine Ex, como cualquier arte de lo circundante, debe huir de la línea útero-tumba. Mineral – neurótico – alucinado – psicodélico – bárbaro – postcientífico – ficticio – político – filosófico – deseante. ¿Qué es el cine en realidad sino imágenes, sueños y visiones? Arrítmico – inconexo – oblicuo – imprevisible – parpadeante – inquietante. El cine narrativo-industrial no se opone a nosotros como un sujeto que nos hiciera frente, sino como un medio que nos es hostil. “Los del oficio” nos aterran, tan meticulosos, tan peliculosos y casposos. Sus ritos, como todos los ritos, nos irritan, al igual que sus rutinas roturadoras y rotatorias. A fin de cuentas, es el Cine Marginal, desde las primeras vanguardias, lo que nos ha traído hasta aquí. 

Las propuestas del GTCE son bastante divergentes e intentan reventar los límites de una concepción banalizada (o sencillamente comercial) del cine. Pero no es sólo un trabajo de experimentación formal, sino que pretende replantear el cine y sus condiciones de proyección y de difusión, sin perder el pulso de las corrientes filosóficas actuales (hoy no trabajamos en sentido arborescente, sino que actuamos de manera rizomática). Desde este gran vacío buscamos una gran ruptura. Una gran arcada. Esta locura no tiene medida porque no estaba prevista. Haga usted dadaísmo sin saberlo. Dirija usted mismo una pequeña película sin porvenir. 



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Si usted se cree un cineasta genial, o si opina que tan sólo es un realizador brillante, póngase en contacto con el GTCE (Grupo de Trabajo de Cine Ex): 
gtce.blogspot.com 




Larga vida a lo efímero. 





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Pd.- Para la elaboración de este manifiesto se han descarriado textos de Eugeni Bonet, Guy Debord, José Antonio Maenza, Jonas Mekas, Peter Greenaway, Federico Fellini, François Dufrêne, Juan María Marín, Simón Hartog, Manuel Vázquez Montalbán, Nicolas Bourriaud, Tiqqun, el boletín Potlatch y la revista Internationale Situationniste. 




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